5 1Cuando las naciones vecinas supieron que el altar había sido reconstruido y que el Templo había sido edificado de nuevo como era antes, se indignaron mucho 2y decidieron exterminar a los Yisraelim que vivían entre ellos; comenzaron, pues, a matarlos para exterminarlos. 3Entonces Yahudáh fue a luchar contra los descendientes de Esav en Edom, y atacó a Acrabatene, donde tenían rodeados a los Yisraelim. Allí causó a los Edomim una gran derrota, los sometió y los saqueó. 4También se acordó de la maldad de la gente de Beón, pues continuamente ponían trampas y obstáculos a los Yisraelim y les tendían emboscadas en los caminos. 5Yahudáh los obligó a encerrarse en sus fortalezas, los cercó y los entregó a la destrucción, quemando las fortalezas con todos los que estaban dentro. 6Después pasó al territorio de los Amonim, donde encontró un fuerte ejército, con mucha gente, bajo el mando de Timoteo. 7Los atacó en muchas ocasiones, hasta que los deshizo y derrotó, 8y luego de haber tomado a Yazer con sus aldeas, regresó a Yahudáh. 

Campañas en Gilead y Galil (2 Mac 12.10–31) 

9La población pagana de Gilead se alió contra los Yisraelim que vivían en ese territorio, para exterminarlos. Estos se refugiaron en la fortaleza de Datema, 10y enviaron a Yahudáh y a sus hermanos una carta en que decían: "La población pagana que nos rodea se ha aliado para exterminarnos. 11Ya se están preparando para venir y asaltar la fortaleza en que nos refugiamos. Timoteo está al mando de ese ejército. 12Ven a librarnos de ellos, pues entre nosotros ya ha habido muchas víctimas. 13Todos nuestros hermanos que vivían en la región de Toviyah han sido asesinados; se han llevado cautivos a sus mujeres y a sus niños, y les han quitado sus bienes. Cerca de mil hombres han muerto ya en esa región. " 14Todavía estaban leyendo esta carta cuando llegaron de Galil otros mensajeros, con la ropa desgarrada, que informaron: 15"Gente de Tolemaida [antiguo Akko], de Tzor y de Tzidon, y todos los paganos de Galil, se han aliado para acabar con nosotros." 16Cuando Yahudáh y el pueblo oyeron estas noticias, se convocó a una reunión muy numerosa, para decidir qué debían hacer por sus hermanos, que se encontraban en tan difícil situación, atacados por sus enemigos. 17Judas le dijo a su hermano Shimeon: "Escoge los hombres que quieras, y ve a liberar a tus hermanos de Galil. Mi hermano Yehonatan y yo iremos a Gilead." 18Al resto del ejército lo dejaron en Yahudáh, para que la defendiera bajo el mando de Yosef, hijo de Zejaryah, y de Azaryah, hombres de autoridad en el pueblo. 19Pero les dieron las siguientes instrucciones: "Háganse cargo del pueblo, pero no entren en guerra con los paganos hasta que nosotros volvamos." 20A Shimeon le asignaron tres mil hombres para su campaña en Galil, y a Yahudáh ocho mil para su campaña en Gilead. 21Shimeon marchó, pues, a Galil, y dio muchas batallas contra los paganos, a los que derrotó 22y persiguió hasta las puertas de Tolemaida. Los paganos sufrieron cerca de tres mil bajas, y Shimeon se apoderó del botín. 23Además, con gran alegría se llevó a Yahudáh a los Yahudim que vivían en Galil y en Arbata, con sus mujeres y sus hijos y todos sus bienes. 24Entre tanto, Yahudáh Maacaba y su hermano Yehonatan cruzaron el Yarden y avanzaron durante tres días por el desierto. 25Allí se encontraron con un grupo de Nabayotim, que los recibieron pacíficamente y les contaron todo lo que les había sucedido a sus compatriotas Yahudim en Gilead, 26y cómo muchos de ellos se habían encerrado en Botzrah, Bozor, Alema, Caspin, Maqued y Carna in, todas ellas ciudades grandes y fortificadas. 27Dijeron que también en las otras ciudades de Gilead había Yisraelim encerrados, y que sus enemigos habían decidido atacar al día siguiente las fortalezas, y conquistarlas y exterminar en un solo día a todos los Yisraelim. 28Entonces Yahudáh y su ejército cambiaron repentinamente de dirección, y a través del desierto se dirigieron a Botzrah. Yahudáh tomó la ciudad, y después de pasar a cuchillo a todos sus hombres, saqueó la ciudad y la incendió. 29Por la noche se pusieron en marcha y se dirigieron a la fortaleza de Datema. 30Al amanecer vieron que un innumerable ejército estaba ya atacando la fortaleza: llevaban escaleras y máquinas de guerra para conquistarla. 31Yahudáh se dio cuenta de que la batalla había comenzado ya, y que los gritos de guerra y el toque de las trompetas de la ciudad llegaban hasta el cielo. 32Entonces ordenó a sus soldados: "¡Luchen hoy por nuestros hermanos!" 33Los hizo avanzar en tres columnas para atacar al enemigo por la retaguardia. Tocaron los shofarot y levantaron la voz pidiendo ayuda a YAHWEH. 34El ejército de Timoteo se dio cuenta de que se trataba de Maccaba, y huyeron de él. Yahudáh les causó una gran derrota, pues les hizo como ocho mil bajas en aquel día. 35Yahudáh se desvió luego hacia Alema, y la atacó y la tomó, matando a toda la población masculina, después de lo cual saqueó e incendió la ciudad. 36De allí pasó adelante y tomó a Caspin, Maqued y Bozor y demás ciudades de la región de Gilead. 37Después de esto, Timoteo reunió otro ejército y acampó frente a Rafon, del otro lado de un río. 38Yahudáh mandó soldados a espiar el campamento, los cuales le informaron de que todos los paganos de la región se habían unido a Timoteo, formando un ejército muy numeroso; 39que entre ellos había también mercenarios Árabes que les ayudaban, y que estaban acampados al otro lado del río, listos para atacarlos. Entonces Yahudáh les salió al encuentro. 40Cuando Yahudáh y su ejército se acercaban al río, Timoteo dijo a los jefes de sus tropas: "Si Yahudáh cruza el río antes que nosotros y nos ataca, no podremos resistirle; seguramente nos vencerá. 41Pero si le da miedo y acampa al otro lado del río, lo cruzaremos nosotros, atacaremos a Yahudáh y lo venceremos. " 42Cuando Yahudáh se acercó al río, colocó a los oficiales de la administración a lo largo del río con la orden de no dejar acampar allí a nadie, sino de seguir todos al ataque. 43Así pues, Yahudáh, seguido de toda su gente, pasó antes que sus enemigos y derrotó a todos aquellos Goyim, los cuales abandonaron sus armas y se refugiaron en el templo de Carnain. 44Los Yisraelim tomaron la ciudad e incendiaron el templo con todos los que había dentro. Así fue conquistada Carna in, sin que pudiera resistir más a Yahudáh. 45Yahudáh reunió a todos los Yisraelim que había en Gilead, sin excepción, con sus mujeres y sus niños y con todos sus bienes, para que se fueran a Yahudáh: formaban una multitud enorme. 46Llegaron a Efron, ciudad grande y muy bien fortificada, que quedaba en el camino. No había paso por ninguno de los lados; el único camino era a través de la ciudad. 47Pero los habitantes de la ciudad no los dejaron pasar, sino que levantaron barricadas de piedra delante de las puertas. 48Yahudáh les mandó mensajeros en son de paz, para decirles: "Queremos pasar por el territorio de ustedes para llegar a nuestra patria. Nadie les hará ningún mal. Solamente queremos pasar." Pero ellos no quisieron abrirle la ciudad. 49Entonces Yahudáh mandó avisar a su ejército que cada uno conservara la posición que tenía. 50Los soldados tomaron posiciones de batalla, y atacaron la ciudad todo ese día y toda la noche, hasta que la ciudad cayó en su poder. 51Pasaron a filo de espada a todos los hombres que había en la ciudad, y a la ciudad la destruyeron, la saquearon y la atravesaron, pasando por encima de los cadáveres. 52Luego cruzaron el Yarden, y llegaron a la gran llanura que está frente a Beit-Shean. 53Entre tanto, Yahudáh reunía a los rezagados y animaba a la gente durante todo el viaje, hasta que llegaron a Yahudáh. 54Llenos de alegría y júbilo subieron al Monte Tziyon y ofrecieron holocaustos porque habían vuelto sanos y salvos, sin haber sufrido ninguna baja. 

 Fracasos y éxitos (2 Mac 12.32–45) 

55Mientras Yahudáh y Yehonatan estaban en campaña en Gilead, y Shimeon, su hermano, estaba en Galil frente a Tolemaida, 56Yosef, hijo de Zejaryah, y Azaryah se habían quedado en Yahudáh al mando del ejército. Allí oyeron contar las proezas que los otros Yisraelim realizaban en la guerra, 57y dijeron: "¡Hagámonos famosos también nosotros! ¡Vayamos a luchar con los Goyim que nos rodean! " 58Entonces dieron órdenes a las tropas que tenían bajo su mando, y se pusieron en marcha contra Yabnia. 59Pero Gorgias con sus soldados salió de la ciudad para darles batalla. 60Y Yosef y Azaryah fueron derrotados y perseguidos hasta la frontera de Yahudáh. En ese día cayeron muertos unos dos mil Yisraelim. 61Fue una gran derrota para el pueblo de Yisra'el, por no haber hecho caso a Yahudáh y a sus hermanos, dándoselas de muy valientes. 62Pero ellos no eran de la misma familia que aquellos hombres que dieron la libertad a Yisra'el. 63El valiente Yahudáh y sus hermanos alcanzaron una enorme fama en todo Yisra'el y entre todas las naciones Goyim donde se oía hablar de ellos. 64La gente se amontonaba a su alrededor para aclamarlos. 65Yahudáh se fue con sus hermanos a hacer la guerra a los descendientes de Esav, en la región del sur. Conquistó a Hevron y sus aldeas, derribó sus fortalezas e incendió las torres que había en sus alrededores. 66Luego se dirigió al país de los Plishtim pasando por Mareshah. 67Ese día cayeron en batalla algunos kohanim que, tratando de destacarse por su valentía, imprudentemente salieron a pelear. 68Yahudáh se desvió hacia Ashdod, en el país de los Plishtim, y destruyó los altares paganos, quemó las imágenes de sus dioses y saqueó las ciudades, después de lo cual volvió a Yahudáh. 

Muerte del tirano Antíoco IV. Le sucede Antíoco V Eupátor (2 Mac 1.11–17; 9; 10.9–11)