16 1Yojanáa fue de Guezer a avisar a su padre Shimeon de lo que estaba haciendo Cendebeo. 2 Shimeon llamó a sus dos hijos mayores, Yahudáh y Yojanán, y les dijo: "Mis hermanos y yo, y toda la familia de mi padre, hemos luchado contra los enemigos de Yisra'el desde nuestra juventud hasta el día de hoy, y en muchas ocasiones hemos logrado la liberación de Yisra'el. 3Yo ahora ya soy viejo, pero por la misericordia Divina ustedes están en el vigor de su edad. Tomen mi lugar y el de mi hermano, y salgan a luchar por nuestra patria. ¡Que YAHWEH los ayude!" 4Shimeon escogió en el país veinte mil guerreros de infantería y de caballería, que salieron a enfrentarse con Cendebeo. Después de pasar la noche en Modín, 5se levantaron temprano y se dirigieron a la llanura. Allí les salió al encuentro un enorme ejército de infantería y caballería. Un torrente separaba los dos ejércitos. 6Yojanán y su ejército tomaron posiciones frente a sus enemigos; pero al ver que sus soldados tenían miedo de cruzar el torrente, Yojanán pasó primero. Al verlo, sus hombres lo siguieron. 7Como la caballería enemiga era muy numerosa, Yojanán dividió su infantería en dos alas y puso la caballería en medio de ellas. 8Tocaron los shofarot, y Cendebeo y su ejército fueron derrotados. Tuvieron muchas bajas, y los que quedaron con vida huyeron a la fortaleza. 9En esta acción fue herido Yahudáh, el hermano de Yojanán. Yojanán persiguió a los que huyeron, y llegó hasta Cedrón, lugar que Cendebeo había reconstruido. 10Los enemigos se refugiaron también en las torres que había en los campos de Ashdod, pero Yojanán incendió la ciudad. Murieron unos dos mil enemigos, y Yojanán regresó sano y salvo a Yahudáh. 

Shimeon es muerto a traición 

11Tolomeo, hijo de Abub, había sido nombrado jefe militar de la llanura de Yerijo. Tenía gran cantidad de oro y plata, 12pues era yerno del kohen ha gadol; 13pero se llenó de ambición y quiso adueñarse del país. Entonces tramó traicionar a Shimeon y a sus hijos, para eliminarlos. 14Shimeon estaba haciendo una visita de inspección por las ciudades del país, para atender a las necesidades de aquellas, y llegó a Yerijo en compañía de sus hijos Mattanyah y Yahudáh, en el undécimo mes, el mes de Sebat, del año ciento setenta y siete. 15El hijo de Abub los recibió hipócritamente en la pequeña fortaleza llamada Doc, que él había construido, y allí les ofreció un gran banquete. Pero tenía allí gente escondida, 16y cuando Shimeon y sus hijos habían bebido bastante, Tolomeo y sus amigos empuñaron las armas y se precipitaron en la sala del banquete. Atacaron a Shimeon y lo mataron a él, a sus dos hijos y a algunos de sus criados. 17Fue un terrible crimen, en el que Tolomeo pagó el bien con el mal. 18Tolomeo escribió un informe y se lo envió al rey, pidiéndole que le enviara tropas que lo apoyaran, y que le diera autoridad sobre las ciudades y sobre todo el país. 19Envió también otros hombres a Guezer para que mataran a Yojanán. Mandó asimismo cartas a los jefes del ejército, pidiéndoles que se unieran a él y prometiéndoles oro, plata y otros regalos. 20A otros los envió a apoderarse de Yerushalayim y de la colina del Templo. 21Sin embargo, alguien se adelantó corriendo a Guezer, y contó a Yojanán que su padre y sus hermanos habían muerto, y que Tolomeo había enviado gente a matarlo también a él. 22Al oír esto, Yojanán se puso fuera de sí y, agarrando a los hombres que habían venido a matarlo, los mató; pues descubrió el plan que ellos tenían de asesinarlo. 23El resto de la historia de Yojanán, donde se habla de sus guerras y de las hazañas que realizó, y de cómo reconstruyó las murallas, y de otras cosas que hizo, 24está escrito en los anales de su pontificado, desde el día en que sucedió a su padre en el cargo de kohen ha gadol.


15 1 Antíoco, hijo del rey Demetrio, envió desde un lugar de la costa una carta a Shimeon, kohen ha gadol y gobernador de los Yahudim, y a toda la nación. 2 15 La carta decía: "El rey Antíoco saluda al kohen ha gadol y gobernador Shimeon, y a la nación Yahudi. 3Gente malvada se ha apoderado del reino de mis antepasados, pero yo estoy decidido a recuperarlo, para restablecerlo como era antiguamente. Con este fin, he reclutado un considerable número de soldados y he preparado naves de guerra. 4Tengo intención de desembarcar en mi país, para castigar a los que arruinaron nuestra patria y destruyeron muchas ciudades de mi reino. 5Ahora, pues, yo te confirmo todas las exenciones y todos los demás privilegios que los reyes mis predecesores te concedieron. 6Te permito acuñar moneda propia para que circule legalmente en el país. 7Yerushalayim y el Templo serán libres. Todas las armas que has conseguido y las fortalezas que has construido y que están en tu poder, seguirán siendo tuyas. 8Desde ahora y para siempre quedan canceladas todas las deudas que tengas con el tesoro real y las que puedas tener en el futuro. 9Cuando haya reconquistado mi reino, te concederé grandes honores a ti, a tu pueblo y al Templo, de manera que ustedes sean famosos en toda la tierra. " 10En el año ciento setenta y cuatro, Antíoco llegó a su patria, y todas las tropas se le unieron, de manera que muy pocos se quedaron con Trifón. 11Antíoco lo persiguió, y Trifón tuvo que refugiarse en el puerto de Doer. 12Al ver que las tropas lo habían abandonado, Trifón se dio cuenta de que su situación era muy grave. 13Antíoco acampó frente a Doer, con ciento veinte mil soldados de infantería y ocho mil de caballería. 14Cercó con sus tropas la ciudad, mientras que las naves la atacaban por mar. Sitió, pues, la ciudad por tierra y por mar, no dejando que nadie entrara ni saliera. 

Promulgación del pacto con Roma 

15Entre tanto, Numenio y sus compañeros regresaron de Roma trayendo cartas dirigidas a los diversos reyes y países, las cuales decían lo siguiente: 16"Lucio, cónsul de los Romanos, saluda al rey Tolomeo. 17El kohen ha gadol Shimeon y el pueblo Yahudi, nuestros amigos y aliados, nos han enviado una delegación para renovar nuestra antigua amistad y nuestro pacto. 18Trajeron un escudo de oro que pesa cuatrocientos treinta y seis kilos. 19En consecuencia, hemos decidido escribir a los diversos reyes y países para pedirles que no causen ningún mal a los Yahudim, ni les hagan la guerra a ellos, a sus ciudades o a su país, ni se alíen con sus enemigos. 20Decidimos aceptar el escudo que nos trajeron. 21Si algunos malvados han escapado del país de los Yahudim y han llegado a ustedes, entréguenselos al kohen ha gadol Shimeon, para que los castigue según la Toráh de los Yahudim." 22Igual carta escribió al rey Demetrio, a Átalo, a Ariarate, a Arsaces 23y a todos los países: a Sampsame, Esparta, Delos, Mindos, Sición, Caria, Samos, Panfilia, Licia, Halicarnaso, Rodas, Faselis, Cos, Side, Arvad, Gortina, Cnido, Chipre y Cirene. 24Al kohen ha gadol Shimeon le enviaron una copia. 

Antíoco VII rompe su amistad con Shimeon 

25El rey Antíoco acampó en uno de los suburbios de Doer, y la mantuvo bajo continuos ataques; construyó máquinas de guerra y cercó a Trifón para impedir que nadie pudiera entrar o salir. 26Shimeon le envió a Antíoco dos mil soldados escogidos, para que lo ayudaran, y también plata, oro y armamento. 27Pero Antíoco no quiso aceptarlos, sino que anuló todos los convenios que había hecho anteriormente con Shimeon, y rompió con él. 28Envió a Atenobio, uno del grupo de amigos del rey, a conferenciar con Shimeon. Lo envió con este mensaje: "Ustedes se han apoderado de Yafo, de Guezer y de la ciudadela de Yerushalayim, ciudades de mi reino. 29Han destruido esos territorios, han causado grandes males en el país y se han adueñado de muchos lugares de mi reino. 30Así que devuélvanme ahora las ciudades que han ocupado, y entreguen los impuestos que han cobrado en los lugares que están fuera del territorio de Yahudáh. 31Si no, paguen por ellos dieciséis mil quinientos kilos de plata, y otro tanto como compensación por las destrucciones que causaron y por los impuestos de esas ciudades. Si no lo hacen, les declararé la guerra a ustedes." 32Atenobio, amigo del rey, fue a Yerushalayim, y después de ver maravillado el esplendor de Shimeon, su vajilla de oro y plata, y toda su riqueza, comunicó a Shimeon el mensaje del rey. 33Shimeon respondió: "Nosotros no hemos ocupado territorio ajeno, ni nos hemos apoderado de cosas ajenas, sino de la herencia que nos dejaron nuestros antepasados, de la que en algún tiempo se habían apoderado injustamente nuestros enemigos. 34Nosotros aprovechamos la oportunidad para recuperar la herencia de nuestros antepasados. 35En cuanto a Yafo y Guezer, que usted reclama: estas ciudades hacían muchos males a nuestro pueblo y a nuestro país. Por ellas le ofrecemos tres mil tresc ientos kilos de plata." 36Atenobio no respondió palabra. Regresó enojado adonde estaba el rey, y lo informó de la respuesta de Shimeon, de su esplendor y, en una palabra, de todo lo que había visto. El rey se puso terriblemente furioso. 37Entre tanto, Trifón se embarcó en una nave y huyó a Ortosia. 38Entonces el rey nombró a Cendebeo general en jefe de la región de la costa, y le dio tropas de infantería y caballería 39con órdenes de tomar posiciones frente a Yahudáh, de reconstruir Cedrón, de fortificar las puertas y de hacer la guerra al pueblo Yahudi. Mientras tanto, el rey perseguiría a Trifón. 40Cendebeo llegó a Yabnia y comenzó a provocar al pueblo Yahudi, a hacer incursiones en Yahudáh y a tomar prisioneros y matar a muchos. 41Reconstruyó Cedrón y estacionó allí caballería y otras tropas, para que hicieran salidas y patrullaran por los caminos de Yahudáh, como el rey le había ordenado. 

Victoria de los hijos de Shimeon sobre Cendebeo 

 

14 1En el año ciento setenta y dos, el rey Demetrio reunió sus ejércitos y se puso en marcha hacia Media en busca de refuerzos para su guerra con Trifón. 2El rey Arsaces de Persia y de Media tuvo noticias de que Demetrio había entrado en su territorio, y envió a uno de sus generales para que lo capturara vivo. 3El general fue, derrotó al ejército de Demetrio, capturó a este y se lo llevó a Arsaces, quien lo metió en la cárcel. 

Elogio de Shimeon 

4 Mientras Shimeon gobernó, hubo tranquilidad en Yahudáh. Buscó el bien para su pueblo. La gente estuvo contenta todo el tiempo que duró su glorioso reinado. 5 Entre otras glorias suyas, conquistó el puerto de Yafo, abriendo una ruta a los países del mar. 6 Extendió las fronteras de su patria y se hizo dueño de todo el territorio. 7 Hizo que muchos cautivos regresaran a su patria; se adueñó de Guezer, de Beit-Tzur y de la ciudadela de Yerushalayim, y sacó de allí todos los objetos inmundos. No hubo nadie que le opusiera resistencia. 8 La gente cultivaba en Shalom sus campos, la tierra producía sus cosechas, los árboles de la llanura daban sus frutos. 9 Los ancianos, sentados en las plazas, comentaban la prosperidad de que disfrutaban, mientras los jóvenes lucían sus gloriosos uniformes militares. 10 Shimeon procuró alimentos a las ciudades, y las dotó de medios de defensa. Su fama llegó hasta los últimos rincones de la tierra. 11 Restableció el Shalom en el país, y Yisra'el sintió una inmensa alegría. 12 Cada uno se sentaba a la sombra de su viña y de su higuera; no había nadie que les infundiera miedo. 13 Desaparecieron del país los agresores, y en aquel tiempo fueron derrotados los reyes enemigos. 14 Protegió a los oprimidos de su pueblo, y exterminó a los impíos y malvados. Cumplió fielmente la Toráh, 15 dio esplendor al Templo y lo enriqueció con muchos utensilios Kadoshim. 

Renovación de la amistad con Roma y Esparta

 16Cuando en Roma y en Esparta se recibió la noticia de la muerte de Yehonatan, hubo mucho pesar. 17Pero al saber que su hermano Shimeon lo había sucedido como kohen ha gadol, y que se había adueñado del país y de sus ciudades, 18le escribieron en placas de bronce para renovar la amistad y el pacto que habían hecho con sus hermanos Yahudáh y Yehonatan. 19Este mensaje fue leído delante del pueblo reunido en Yerushalayim. 20Esta es la copia de la carta enviada por los Espartanos: "Los jefes y la ciudad de Esparta saludan a sus hermanos, el kohen ha gadol Shimeon, los ancianos, los kohanim y el resto del pueblo Yahudi. 21Los embajadores que ustedes enviaron a nuestro pueblo nos han informado de su fama y esplendor. Su venida ha sido para nosotros motivo de gran alegría. 22Hemos registrado su informe en las actas de la nación, en los siguientes términos: ‘Numenio, hijo de Antíoco, y Antípatro, hijo de Yason, embajadores de los Yahudim, han venido a renovar la amistad con nosotros. 23Al pueblo le ha parecido bien recibirlos con honores y guardar una copia del mensaje en el archivo de la nación, como recuerdo para el pueblo de Esparta. Se ha sacado una copia de este documento para el kohen ha gadol Shimeon.’ " 24Después de esto, Shimeon envió a Numenio a Roma con un enorme escudo de oro que pesaba cuatrocientos treinta y seis kilos, para renovar el pacto con ellos. 

Decreto en honor de Shimeon

25Cuando los Yisraelim supieron todo esto, dijeron: "¿Cómo podremos mostrar nuestro agradecimiento a Shimeon y sus hijos? 26Pues él, sus hermanos y la familia de su padre se han mantenido firmes, han luchado contra los enemigos de Yisra'el y los han alejado, y le han dado al pueblo la libertad. " Entonces grabaron una inscripción en placas de bronce, y la pusieron en un monumento en el Monte Tziyon. 27Esta es la copia de la inscripción: "El día dieciocho del mes de Elul del año ciento setenta y dos, en el año tercero de ejercer Shimeon con kohen ha gadol, en Hazaramel, 28en una gran asamblea de kohanim, ciudadanos, jefes de la nación y ancianos del país, se nos notificó lo siguiente: 29Mientras que numerosas guerras afligían al país, Shimeon, hijo de Mattanyah y descendiente de Yoiarib, lo mismo que sus hermanos, se expusieron al peligro resistiendo a los enemigos de su pueblo, para asegurar la preservación del Templo y de las leyes; y así han traído gran gloria a su nación. 30Yehonatan reunió a su pueblo y fue kohen ha gadol, hasta que fue a reunirse con sus antepasados difuntos. 31Los enemigos resolvieron invadir el país y atacar el Templo. 32Entonces Shimeon se puso al frente y luchó por su patria; gastó grandes sumas de su propio dinero en proveer de armas y en pagar su salario a los hombres del ejército de su nación; 33fortificó las ciudades de Yahudáh y a Beit-Tzur en la frontera de Yahudáh, donde habían estado anteriormente las armas del enemigo, y puso allí una guarnición de Yahudim. 34También fortificó Yafo, puerto marítimo, y Guezer en la frontera con Ashdod, anteriormente ocupada por el enemigo, e instaló allí Yahudim, proveyendo a estas ciudades de todo lo necesario para su restauración. 35Al ver el pueblo la lealtad de Shimeon y los deseos que tenía de dar gloria a su nación, lo nombraron su jefe y kohen ha gadol, en reconocimiento de todo lo que había hecho, de su rectitud, de la lealtad que había mostrado para con su nación y de sus continuos trabajos en favor de la grandeza de su pueblo. 36En sus manos tuvo éxito la campaña para eliminar del país a los paganos y a los que se habían establecido en la Ciudad de David, en Yerushalayim, donde se habían construido una ciudadela, desde donde salían y contaminaban todos los alrededores del Templo, haciendo grave injuria a la kedusha de este lugar. 37Instaló soldados Yahudim en la ciudadela, la fortificó para proteger al país y a la ciudad, y levantó las murallas de Yerushalayim. 38El rey Demetrio lo confirmó en el cargo de kohen ha gadol, 39 lo hizo formar parte del grupo de los amigos del rey, y le concedió grandes honores, 40pues se enteró de que los Romanos habían dado a los Yahudim el título de amigos, aliados y hermanos, y que habían recibido con honores a los embajadores de Shimeon; 41que los Yahudim y los kohanim habían decidido confirmar a Shimeon como jefe y kohen ha gadol para siempre, hasta que apareciera un profeta autorizado, 42–43y que fuera su jefe militar y se encargara del Templo, nombrando a los encargados de las obras del mismo, de la administración del país, de los armamentos y de las fortalezas, y que fuera obedecido por todos; que todos los documentos oficiales del país se hicieran en su nombre, y que usara vestiduras de púrpura y broche de oro. 44"Nadie del pueblo ni de los sacerdotes tendrá derecho a violar estos decretos, ni a oponerse a las órdenes dadas por Shimeon, ni a convocar una asamblea sin su consentimiento, ni a llevar vestiduras de púrpura o broche de oro. 45El que desobedezca estos decretos, o deje de cumplirlos, será castigado. 46Por decisión unánime del pueblo se ha decretado que Shimeon tenga el derecho de actuar de acuerdo con lo aquí determinado. 47Shimeon ha aceptado de buen grado desempeñar el cargo de kohen ha gadol, y ser jefe militar y gobernador de los Yahudim y de los kohanim, y estar al frente de todos los asuntos." 48Se decidió que este documento fuera grabado en placas de bronce, y que estas fueran colocadas en el área del Templo, en lugar visible, 49y que en el tesoro se guardaran copias del mismo a disposición de Shimeon y de sus hijos. 

Antíoco VII confirma a Shimeon en sus cargos 

13 1 Shimeon tuvo noticia de que Trifón había reunido un poderoso ejército para invadir Yahudáh y destruirla. 2Al ver que el pueblo estaba alarmado y lleno de pavor, fue a Yerushalayim, reunió a la gente, 3y los animó diciéndoles: "Ustedes saben lo que yo y mis hermanos y toda la familia de mi padre hemos hecho por las leyes y el Templo, y las batallas que hemos peleado y las penalidades que hemos sufrido. 4Por Yisra'el han muerto todos mis hermanos, y solo yo he quedado con vida. 5Ahora, ni pensar que yo quiera salvar mi vida en un momento de peligro: ¡no valgo más que mis hermanos! 6Al contrario, lucharé por mi pueblo, por el Templo y por las mujeres e hijos de ustedes, pues todos los paganos se han reunido para exterminarnos." 7Al oír estas palabras, el pueblo se llenó de entusiasmo, 8y todos gritaron: "¡Tú eres nuestro jefe, en reemplazo de tus hermanos Yahudáh y Yehonatan! 9¡Guíanos en nuestras batallas, y nosotros haremos todo lo que nos ordenes!" 10Entonces Shimeon reunió a todos los aptos para la guerra, y se dio prisa en terminar las murallas de Yerushalayim y la fortificó alrededor. 11Envió a la ciudad de Yafo a Yehonatan, hijo de Avshalo m, con un ejército suficiente, y expulsó a los que vivían en la ciudad y se estableció en ella. 

Asesinato de Yehonatan 

12Trifón salió de Tolemaida con un numeroso ejército para invadir Yahudáh, llevando preso a Yehonatan. 13Shimeon había acampado en Hadid, al borde de la llanura. 14Cuando Trifón se enteró de que Shimeon había tomado el puesto de su hermano Yehonatan, y que se preparaba a darle batalla, le envió una delegación a decirle: 15 "Tenemos preso a Yehonatan, tu hermano, por causa de un dinero que debe al tesoro real, en relación con el cargo que ejercía. 16Envíanos, pues, tres mil trescientos kilos de plata y dos de los hijos de Yehonatan como rehenes, para estar seguros de que no se rebelará otra vez contra nosotros, y luego lo dejaremos en libertad." 17Aunque Shimeon se dio cuenta de que era una trampa, mandó traer el dinero y a los dos muchachos, para no hacerse odioso entre la gente, 18y para que no dijeran después que Yehonatan había muerto por no haber enviado él el dinero y los muchachos. 19Así pues, mandó a los dos muchachos y los tres mil trescientos kilos de plata; pero Trifón no cumplió su palabra, y no dejó libre a Yehonatan. 20Después, Trifón se puso en marcha para invadir el país y destruirlo, pero dio un rodeo por el camino de Adoraim, porque Shimeon y su ejército les cerraban el paso por dondequiera que iban. 21Entre tanto, los soldados de la ciudadela de Yerushalayim enviaron mensajeros a Trifón, urgiéndole que fuera hasta ellos por el desierto y que les enviara alimentos. 22Trifón preparó toda su caballería para ir allá, pero aquella noche cayó tanta nieve que no pudieron llegar. Entonces se retiró a Gilead. 23Apenas se acercó a Bascama, mató a Yehonatan, que fue enterrado allí. 24Luego Trifón regresó a su país. 25Shimeon mandó traer los restos de su hermano Yehonatan y los enterró en Modín, la ciudad de sus antepasados. 26Todo Yisra'el lo lloró durante muchos días, con grandes muestras de dolor. 27Shimeon construyó un gran monumento sobre la tumba de su padre y de sus hermanos, bien visible, hecho de piedras talladas por el frente y por detrás. 28También levantó siete pirámides, en dos hileras, para su padre, su madre y sus cuatro hermanos. 29Con gran arte rodeó de altas columnas las pirámides, y sobre las columnas puso escudos y armas, como recuerdo eterno. Junto a los escudos y las armas había naves en relieve, para que todos los navegantes pudieran divisarlas. 30Este monumento sepulcral hecho en Modín existe hasta el día de hoy. 

Reconciliación con Demetrio II 

31Trifón traicionó al joven rey Antíoco, lo mató 32y reinó en vez de él, poniéndose la corona de Asia. Causó grandes males en el país. 33Shimeon reconstruyó las fortalezas de Yahudáh, protegiéndolas con altas torres, grandes murallas, puertas y barras, y dejó provisiones en las fortalezas. 34Escogió delegados y los envió a ver al rey Demetrio, para pedirle que eximiera de los impuestos al país, pues Trifón no había hecho más que robarles todo. 35El rey Demetrio les contestó, enviándoles la siguiente carta: 36"El rey Demetrio saluda al kohen ha gadol Shimeon, amigo de los reyes, a los ancianos y a la nación Yahudi. 37He recibido la corona de oro y la palma que ustedes me han enviado, y estoy dispuesto a hacer con ustedes una paz completa y a dar instrucciones por escrito a los funcionarios, para que los eximan a ustedes de los impuestos. 38Todos los convenios que he hecho con ustedes quedan confirmados, y ustedes pueden conservar todas las fortalezas que han construido. 39También les perdono todos los errores y faltas que hayan cometido hasta el día de hoy. Les perdono el impuesto real que me deben. Que no se siga cobrando ningún otro de los impuestos que se cobraban en Yerushalayim. 40Si hay algunos entre ustedes aptos para inscribirse en mi guardia personal, que se inscriban. Y que haya paz entre nosotros." 41En el año ciento setenta, Yisra'el se vio libre del yugo de los Goyim. 42Entonces comenzó la gente a escribir en los documentos y contratos: "En el año primero de Shimeon, gran kohen ha gadol, jefe militar y caudillo de los Yahudim." 

Toma de Guezer 

43En aquel tiempo, Shimeon atacó a Gue zer y la cercó con tropas. Construyó una torre de asalto, la acercó a la ciudad, abrió brecha en una de las torres, y tomó la ciudad. 44Los que estaban en la torre de asalto penetraron en la ciudad, y hubo allí una gran agitación. 45Los habitantes de la ciudad subieron con sus mujeres y sus hijos a las murallas, con la ropa rasgada, y a grandes gritos ofrecieron la rendición a Shimeon, 46diciéndole: "¡No nos trate usted como merecen nuestras maldades, sino según su generosidad!" 47Shimeon llegó a un acuerdo con ellos y dejó de atacarlos. Pero los hizo salir de la ciudad y purificó las casas donde habían estado los ídolos, y luego entró él en la ciudad cantando himnos y cantos de alabanza. 48Sacó de ella todo objeto inmundo, e instaló hombres cumplidores de la Toráh; fortificó la ciudad y se construyó una casa para sí mismo. 

Conquista de la ciudadela de Yerushalayim 

49Como los soldados que estaban en la ciudadela no podían salir al campo ni volver a entrar, ni comprar ni vender, empezaron a pasar mucha hambre, de manera que muchos de ellos murieron por esta razón. 50Entonces ofrecieron a Shimeon negociar la rendición, y él la aceptó; luego los hizo salir de allí y purificó la ciudadela de todas las inmundicias. 51El día veintitrés del segundo mes del año ciento setenta y uno, entró Shimeon en la ciudadela entre cantos de alabanza, con palmas y al son de arpas, platillos y cítaras, con himnos y cantos, porque Yisra'el se había visto libre de un terrible enemigo. 52Shimeon decretó que cada año se celebrara con alegría aquella fecha. Fortificó la colina del Templo, del lado de la ciudadela, y él y su gente establecieron allí su residencia. 53Viendo Shimeon que su hijo Yohanán era ya todo un hombre, lo nombró comandante en jefe de todos los ejércitos, con residencia en Guezer. 

Demetrio II cae prisionero 


 

12 1Yehonatan, viendo favorables las circunstancias, escogió unos cuantos hombres y los envió a Roma para confirmar y renovar el tratado de amistad. 2Con el mismo propósito, envió también cartas a Esparta y a otros lugares. 3Los embajadores fueron a Roma, entraron en el senado y dijeron: "El kohen ha gadol Yehonatan, y la nación de los Yahudim, nos han enviado a renovar el tratado de amistad y el pacto que habíamos hecho anteriormente. " 4Los Romanos les dieron salvoconductos para las autoridades de los diversos sitios, en los que les recomendaban que dejaran a los embajadores hacer su viaje en paz hasta Yahudáh. 5Esta es la copia de la carta que Yehonatanenvió a los de Esparta: 6 "El kohen ha gadol Yehonatan, el consejo de ancianos de la nación, y los kohanim y todo el pueblo Yahudi, saludan a sus hermanos los Espartanos. 7Ya en una ocasión anterior el rey Ario de Esparta había enviado una carta al kohen ha gadol Oniyah, para asegurarnos que ustedes nos consideran como hermanos. El texto de esta carta se copia más adelante. 8Oniyah recibió con honores al enviado, y aceptó la carta en que se exponían los términos del pacto y la amistad. 9Aunque nosotros no tenemos necesidad de estas cosas, pues buscamos nuestro apoyo en los libros Kadoshim que poseemos, 10hemos decidido enviar a ustedes una delegación para que renueve nuestra fraternidad y amistad, a fin de que no se enfríen nuestras relaciones, pues ha pasado ya mucho tiempo desde la primera carta de ustedes. 11Nosotros no dejamos de acordarnos continuamente de ustedes en nuestras Festividades y demás días apropiados, cuando ofrecemos nuestros sacrificios, y en nuestras oraciones, como es justo y conveniente hacerlo por los hermanos. 12Nos alegramos de la fama que tienen ustedes. 13Por nuestra parte, nos hemos visto rodeados de innumerables dificultades y guerras. Los reyes que nos rodean nos han estado atacando. 14Nosotros no hemos querido molestarlos a ustedes ni a nuestros otros aliados y amigos en estas guerras, 15pues tenemos la ayuda Divina, y YAHWEH nos ha librado de nuestros enemigos y los ha humillado. 16Hemos escogido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatro, hijo de Yason, y los hemos enviado a Roma para renovar la amistad y el pacto que habíamos acordado anteriormente con los Romanos. 17También les ordenamos que fueran a Esparta, a saludarlos a ustedes y entregarles nuestras cartas, con las que queremos renovar nuestra fraternidad. 18Les agradeceremos que nos den una respuesta a ellas." 19Esta es la copia de la carta enviada a Oniyah: 20 "Ario, rey de Esparta, saluda al kohen ha gadol Oniyah. 21He descubierto un documento en el que se muestra que los Espartanos y los Yahudim somos hermanos, descendientes todos de Avraham. 22Ahora que he tenido noticia de esto, les agradecería a ustedes que me escriban y me informen de cómo se encuentran. 23Por mi parte les escribo: Si el ganado de ustedes y todos sus bienes son nuestros, también lo nuestro es de ustedes. Así pues, he dado órdenes de que les comuniquen este mensaje." 

Nuevas luchas de Yehonatan  

24Yehonatan tuvo noticias de que los generales de Demetrio habían regresado para atacarlo con un ejército más numeroso que el anterior. 25Jonatán salió de Yerushalayim para hacerles frente en la región de Hamat, no dejándolos poner pie en el territorio de Yahudáh. 26Envió espías a su campamento, los cua les regresaron y contaron que se estaban preparando para atacarlos por la noche. 27Apenas se puso el sol, Yehonatan ordenó a su gente que se mantuvieran vigilantes toda la noche y con las armas en la mano, listos para luchar. Alrededor de todo el campamento colocó centinelas. 28Cuando los enemigos se enteraron de que Yehonatan y sus soldados estaban listos para la batalla, tuvieron miedo; acobardados, encendieron hogueras en su campamento y huyeron. 29Jonatán y su ejército, viendo las hogueras encendidas, no se dieron cuenta de lo sucedido hasta la mañana siguiente. 30Entonces Jonatán los persiguió, pero no pudo alcanzarlos, pues ya habían cruzado el río Eléutero. 31Jonatán se dirigió entonces contra una tribu Árabe llamada de los Zabadeos, y los derrotó y se apoderó de sus pertenencias. 32Luego levantó el campamento, llegó hasta Damasco, y recorrió toda la región. 33Shimeon, por su parte, había emprendido una expedición hasta Ashkelon y las fortalezas vecinas. Luego se dirigió a Yafo y la ocupó, 34pues había oído decir que los habitantes querían entregar la fortaleza a los partidarios de Demetrio. Allí puso una guarnición para que la defendiera. 35Cuando Yehonatan regresó, llamó a los ancianos del pueblo a una reunión, y con ellos decidió construir fortalezas en Yahudáh, 36levantar más la muralla de Yerushalayim y alzar un gran muro entre la ciudadela y la ciudad, para separarlas, de manera que la ciudadela quedara aislada, para que los soldados que había en ella no compraran ni vendieran cosa alguna. 37La gente se reunió para comenzar los trabajos de reconstrucción. Una parte de la muralla oriental, hacia el arroyo, se había derrumbado. También reparó la zona llamada Kefarnata. 38Shimeon también reconstruyó y fortificó Hadid, en la llanura de la costa, y le puso puertas y barras. 

Traición de Trifón y caída de Yehonatan  

39Trifón aspiraba a ser rey de Asia; tenía intenciones de matar al rey Antíoco y coronarse él como rey. 40Sin embargo, tenía miedo de que Yehonatan se le opusiera y le declarara la guerra. Así pues, comenzó a estudiar la manera de apoderarse de Yehonatan para acabar con él. Entonces se puso en camino y se fue a Beit-Shean. 41Yehonatan le salió al encuentro con cuarenta mil soldados escogidos y bien disciplinados, y también fue a Beit-Shean. 42Trifón, al ver que Yehonatan había llegado con un ejército tan numeroso, tuvo miedo de arrestarlo. 43Así que, por el contrario, lo recibió con honores, los presentó a todos sus amigos, le hizo regalos, y ordenó a sus amigos y a sus tropas que le obedecieran como a él mismo. 44Y dijo a Yehonatan: "¿Para qué molestaste a toda esa gente, si no hay guerra entre nosotros? 45Déjalos que se vayan a sus casas; escoge solamente unos cuantos que te acompañen, y ven conmigo a Tolemaida. Yo te entregaré la ciudad y las demás fortalezas, así como los otros ejércitos y sus oficiales, y después regresaré. Precisamente para esto he venido." 46Yehonatan le creyó, e hizo como Trifón le había indicado: despidió a sus soldados, los cuales regresaron a Yahudáh. 47Solamente conservó tres mil hombres, de los cuales dejó dos mil estacionados en Galil, y los otros mil se fueron con él. 48Pero apenas entró Yehonatan en Tolemaida, los habitantes de la ciudad cerraron las puertas, lo pusieron preso y acuchillaron a todos los que iban con él. 49Luego envió Trifón tropas de infantería y caballería a Galil, a la gran llanura, para que mataran a todos los hombres de Yehonatan. 50Pero estos, deduciendo que Yehonatan había sido hecho prisionero y que había muerto lo mismo que sus compañeros, se animaron unos a otros y avanzaron en filas cerradas, listos a luchar. 51Al ver los que los perseguían que los Yahudim estaban dispuestos a luchar hasta morir, se regresaron. 52Así, todos los Yahudim lograron llegar sanos y salvos a Yahudáh, donde, llenos de miedo, lloraron a Yehonatan y a sus compañeros. En todo Yisra'el hubo grandes demostraciones de dolor. 53Todos los Goyim que los rodeaban empezaron a buscar la manera de exterminar a los Yahudim, pues decían: "¡Ya no tienen un jefe que los defienda! ¡Es el momento de atacarlos y borrar de entre los hombres su recuerdo!" 

5. Shimeon (13.1—16.24) Shimeon, nuevo jefe

11 1El rey de Mitzrayim reunió un gran ejército, innumerable como la arena de la playa del mar, y muchas naves, y con engaños trató de apoderarse del reino de Alejandro, para añadirlo a su reino. 2Se puso en marcha hacia Siria, hablando de paz, y los habitantes de las ciudades le abrían sus puertas y salían a recibirlo. El rey Alejandro había ordenado que lo hicieran así, puesto que Tolomeo era su suegro. 3Pero en cada ciudad en donde entraba, Tolomeo dejaba una guarnición. 4Cuando llegó a Ashdod, le mostraron el templo incendiado de Dagón, y la ciudad y sus alrededores destruidos, con los cadáveres tirados y los restos de la gente que Yehonatan había quemado en la batalla; los habían amontonado a lo largo del camino por donde Tolomeo debía pasar. 5La gente le contó al rey que eso lo había hecho Yehonatan, para desacreditarlo, pero el rey se quedó callado. 6Yehonatan salió a Yafo a recibir al rey con gran pompa. Allí se saludaron y pasaron la noche. 7Yehonatan acompañó luego al rey hasta el río llamado Eléutero, y de allí regresó a Yerushalayim. 8El rey Tolomeo se apoderó así de las ciudades de la costa hasta Seleucia Marítima, y entre tanto hacía planes funestos contra Alejandro. 9Envió una embajada al rey Demetrio, para decirle: "Ven y hagamos un pacto entre nosotros dos: yo te doy mi hija, que actualmente está viviendo con Alejandro, y serás rey en el reino de tu padre. 10Me arrepiento de haberle dado mi hija a Alejandro, pues ha intentado matarme." 11Esta acusación no tenía otro fundamento que el deseo de Tolomeo por apoderarse del reino de Alejandro. 12Tolomeo, entonces, le quitó su hija a Alejandro y se la dio a Demetrio. Así rompió con Alejandro, y la enemistad entre los dos se hizo manifiesta. 13Luego Tolomeo entró en Antioquía y se puso la corona de Asia. Así llevó en la cabeza dos coronas, la de Mitzrayim y la de Asia. 14 Por aquel tiempo, el rey Alejandro estaba en Cilicia, pues los habitantes de esa región se habían rebelado. 15Cuando oyó las noticias, se puso en marcha para atacar a Tolomeo; pero este le salió al encuentro con un poderoso ejército y lo hizo huir. 16Alejandro fue a refugiarse a Arabia, y Tolomeo salió victorioso. 17Pero Zabdiel, un jefe Árabe, le cortó la cabeza a Alejandro y se la mandó a Tolomeo. 18Sin embargo, dos días más tarde murió el rey Tolomeo, y los soldados que había dejado en las fortalezas fueron asesinados por la gente de esos lugares. 19Demetrio quedó como rey en el año ciento sesenta y siete. 

Yehonatan se hace amigo de Demetrio II 

20Por aquel tiempo, Yehonatan reunió a los habitantes de Yahudáh para atacar la ciudadela de Yerushalayim, y con este fin construyeron muchas máquinas de guerra. 21Pero algunos Yisraelim renegados, enemigos de su propio pueblo, acudieron al rey y le contaron que Yehonatan tenía cercada la ciudadela. 22El rey, al oírlo, se puso furioso, e inmediatamente se fue a Tolemaida, desde donde escribió a Yehonatan que desistiera del ataque y que fuera a entrevistarse con él en Tolemaida lo más pronto posible. 23Cuando Yehonatan recibió esta carta, ordenó que siguieran el ataque, escogió unos cuantos ancianos del pueblo y unos kohanim, y exponiéndose al peligro acudió a la cita. 24Llevó plata, oro, ropa y muchos otros regalos, y se presentó ante el rey en Tolemaida, y se ganó su simpatía 25a pesar de las acusaciones de los renegados de su propio pueblo. 26El rey lo trató como lo habían tratado sus predecesores, y lo honró delante de todos sus amigos. 27Lo confirmó en el cargo de kohen ha gadol, le renovó todos los otros privilegios que tenía anteriormente, y lo contó en el grupo de los primeros amigos del rey. 28Yehonatan pidió al rey que eximiera de pagar impuestos a Yahudáh y a los tres distritos que antes habían pertenecido a Shomron, prometiéndole el envío de nueve mil novecientos kilos de plata. 29Al rey le pareció bien, y le escribió a Yehonatan una carta sobre todos estos asuntos, en los siguientes términos: 30"El rey Demetrio saluda a su hermano Yehonatan y a la nación de los Yahudim. 31Les copio a continuación el texto de la carta que escribí a mi pariente Lástenes acerca de ustedes, para que estén informados: 32‘El rey Demetrio saluda a su venerable pariente Lástenes. 33Puesto que el pueblo Yahudi ha sido amigo mío, y ha cumplido sus obligaciones para conmigo y ha mostrado sus buenas disposiciones hacia mí, he decidido concederles diversos favores. 34Les confirmo los derechos sobre el territorio de Yahudáh y sobre los distritos de Efrayim, Lida y Ramatayim, que quedaron separados de Shomron y fueron anexados a Yahudáh, lo mismo que todos los territorios que les pertenecen. A todos los Yisraelim que van a ofrecer sacrificio s en Yerushalayim, les perdono los impuestos que el rey acostumbraba cobrarles anteriormente cada año sobre los productos de los campos y de los árboles frutales. 35De ahora en adelante, les perdono todos los otros impuestos, diezmos y tributos que me correspondían, el impuesto sobre la sal y el impuesto de oro para el rey. Todo se lo perdono. 36De ahora en adelante, ninguna de esas concesiones podrá ser anulada jamás. 37Procura que se haga una copia de este documento y se le entregue a Yehonatan, para que él la coloque en el Monte Kadosh, en lugar visible.’ " 

Yehonatan ayuda a Demetrio II 

38Al ver el rey Demetrio que el país estaba tranquilo y que nadie le oponía resistencia, licenció a todas sus tropas, dejando que cada uno regresara a su tierra, con exc epción de las tropas de mercenarios que había reclutado de diversos países marítimos extranjeros. Con esto, se indispusieron contra él las tropas que habían sido reclutadas por sus antepasados. 39Entonces un tal Trifón, que antes había sido partidario de Alejandro, dándose cuenta del descontento que había en todos los soldados contra Demetrio, fue a verse con Imalcué, un jefe Árabe, que había educado a Antíoco, el hijo pequeño de Alejandro, 40y le insistió que le entregara el niño, para que fuera rey en lugar de su padre. Trifón lo informó de todas las medidas que Demetrio había tomado y de cómo se había ganado la enemistad de sus tropas. Trifón se quedó allí largo tiempo. 41Entre tanto, Yehonatan había pedido al rey Demetrio que retirara sus soldados de la ciudadela de Yerushalayim y de las otras fortalezas, pues estaban continuamente hostilizando a Yisra'el. 42Demetrio le respondió: "No solamente les concederé esto a ti y a tu nación, sino que los llenaré de honores, tan pronto tenga oportunidad. 43Pero ahora lo mejor que puedes hacer es enviarme soldados que me ayuden, pues todas mis tropas me han abandonado. " 44Yehonatan le envió a Antioquía tres mil hombres fuertes y valientes. Cuando llegaron, el rey se puso muy contento. 45Los habitantes de la ciudad, que eran unos ciento veinte mil hombres, se reunieron en el centro de ella decididos a matar al rey. 46Este se refugió en el palacio, mientras que la gente de la ciudad ocupó las calles, y comenzó la lucha. 47El rey Demetrio llamó a los Yahudim para que lo ayudaran. Ellos se reunieron inmediatamente a su lado; luego se dispersaron por la ciudad, y ese día mataron a unas cien mil personas. 48Incendiaron y saquearon la ciudad, y así salvaron al rey. 49Cuando los habitantes de la ciudad se dieron cuenta de que los Yahudim se habían adueñado por completo de ella, se acobardaron, y a gritos le suplicaron al rey: 50"¡Hagamos las paces! ¡Que dejen los Yahudim de luchar contra nosotros y contra la ciudad!" 51Entonces entregaron sus armas e hicieron las paces. Los Yahudim quedaron muy bien acreditados ante el rey, se hicieron famosos en el reino y regresaron a Yerushalayim cargados de botín. 52Pero cuando el rey Demetrio se afianzó en su trono y el país quedó apaciguado bajo su dominio, 53faltó a todas las promesas que había hecho, rompió su amistad con Yehonatan y, en vez de recompensarlo por los servicios que le había prestado, le causó innumerables molestias. 

Yehonatan se hace amigo de Antíoco VI 

54Después de esto, regresó Trifón en compañía de Antíoco, que era apenas un niño. Antíoco fue coronado rey, 55y todas las tropas que Demetrio había licenciado se reunieron alrededor del rey y le hicieron la guerra a Demetrio, que huyó derrotado. 56Trifón se apoderó entonces de los elefantes, y ocupó Antioquía. 57El joven Antíoco le escribió a Yehonatan, confirmándolo en el cargo de kohen ha gadol y dándole autoridad sobre los cuatro distritos, y haciéndolo miembro del grupo de amigos del rey. 58También le envió copas de oro y una vajilla, y le concedió el derecho de beber en copa de oro, de vestirse de púrpura y de llevar broche de oro. 59A su hermano Shimeon lo nombró jefe militar de la región que va desde la Escala de Tzor hasta la frontera con Mitzrayim. 60Yehonatan recorrió toda la provincia y las ciudades al occidente del Eufrates, y todos los ejércitos de Siria se le unieron como aliados suyos. Luego se dirigió a Ashkelon, donde los habitantes los recibieron con honores. 61De allí siguió a Azah, pero sus habitantes le cerraron las puertas. Él la cercó, e incendió y saqueó las aldeas vecinas. 62Entonces los habitantes de Azah se rindieron, y Yehonatan hizo un tratado de paz con ellos, pero tomó como rehenes a los hijos de los jefes y los envió a Yerushalayim. Luego siguió su camino a través del país hacia Dammesek. 63Yehonatan tuvo noticia de que los generales de Demetrio habían llegado con un gran ejército a Quedes de Galil, con el fin de impedir que él consiguiera sus propósitos. 64Yehonatan fue a hacerles frente, dejando a su hermano Shimeon en Yahudáh. 65Shimeon acampó frente a  Beit-Tzur, y durante muchos días la rodeó y la atacó. 66Por fin los habitantes se rindieron, e hizo con ellos un tratado. Pero los obligó a desocupar la ciudad, se apoderó de ella y puso allí una guarnición. 67Yehonatan, entre tanto, había acampado con su ejército junto al lago de Kinneret. Muy de mañana se puso en camino hacia la llanura de Hatzor. 68En la llanura le salió al encuentro el ejército extranjero, mientras que otro ejército le tenía tendida una emboscada en las montañas. 69Cuando estos últimos salieron de sus escondites y atacaron al ejército de Yehonatan, 70todos los soldados huyeron. No quedó ni uno solo, con excepción de Mattanyah, hijo de Avshalom, y Yahudáh, hijo de Kalfí, jefes del ejército. 71Yehonatan se rasgó la ropa, se echó polvo sobre la cabeza y se puso a orar. 72A pesar de todo, se volvió contra los enemigos para atacarlos, los derrotó y los puso en fuga. 73Cuando los Yahudim que habían huido vieron esto, se volvieron a él y se pusieron a perseguirlos con él hasta el campamento que los enemigos tenían en Quedes. Allí acamparon ellos también. 74Aquel día cayeron como tres mil hombres del ejército extranjero. Después Yehonatan regresó a Yerushalayim. 

Pacto de Yisra'el con Roma y Esparta


10 1En el año ciento sesenta, Alejandro Epífanes, hijo de Antíoco, vino y se apoderó de Tolemaida, donde fue bien recibido, y se proclamó rey. 2Cuando el rey Demetrio tuvo noticias de esto, reunió un ejército extraordinariamente numeroso y se puso en marcha para atacar a Alejandro. 3Al mismo tiempo envió Demetrio a Yehonatan una carta en términos pacíficos y elogiosos. 4Él pensaba que era preferible adelantarse a hacer las paces con los Yahudim, antes que Yehonatan las hiciera con Alejandro y los dos se unieran contra él. 5Pensaba que Yehonatan se acordaría de todos los males que Demetrio les había hecho a él, a sus hermanos y a toda la nación. 6Entonces autorizó a Jonatán para formar un ejército y conseguir armas y ser su aliado. Mandó también que le entregaran los rehenes que había en la ciudadela de Yerushalayim. 7 Jonatán fue a Yerushalayim y leyó la carta delante de todo el pueblo y de la guarnición de la ciudadela. 8Estos se llenaron de miedo cuando le oyeron leer que el rey lo había autorizado para formar un ejército, 9así que le entregaron los rehenes, y él los devolvió a sus padres. 10Yehonatan se estableció en Yerushalayim y empezó a reconstruir y reparar la ciudad. 11Dio a los encargados de las obras la orden de reconstruir las murallas y de rodear el Monte Tziyon con una fortificación hecha de piedras talladas, cosa que se realizó. 12Los extranjeros que estaban en las fortalezas hechas por Báquides huyeron, 13abandonando cada uno su puesto para regresar a su patria. 14Sin embargo, en Beit-Tzur se quedaron algunos de los que habían sido infieles a la Toráh y a los mandamientos, y que se habían refugiado allí. 15El rey Alejandro se enteró de las promesas que Demetrio había hecho a Yehonatan, lo mismo que de las batallas que habían sostenido, y el valor que habían mostrado Yehonatan y sus hermanos, y las penalidades que habían soportado, 16y dijo: "¡Ojalá tuviéramos nosotros un hombre así! Más vale que ahora lo hagamos amigo y aliado nuestro." 17Entonces le escribió una carta en los siguientes términos: 18 "El rey Alejandro saluda a su hermano Yehonatan. 19He tenido noticias de que eres un hombre fuerte y valiente, digno de ser amigo mío. 20Por eso te confiero hoy la dignidad de kohen ha gadol de tu nación y el derecho de llamarte "amigo del rey", para que apoyes mi causa y me conserves tu amistad." Con la carta, Alejandro le envió un manto de púrpura y una corona de oro. 21Yehonatan se puso las vestiduras Kadoshim el mes séptimo del año ciento sesenta, en la Festividad de Sukkot. Reunió un ejército y consiguió muchas armas. 22Cuando Demetrio supo esto, se sintió muy molesto y dijo: 23 "¿Cómo dejamos que Alejandro se nos adelantara y se ganara la amistad y el apoyo de los Yahudim? 24Yo también voy a escribirles amistosamente y a ofrecerles honores y regalos, para que se pongan de mi lado y me apoyen. " 25Entonces les escribió en los siguientes términos: 26"El rey Demetrio saluda a la nación de los Yahudim. He sabido con placer que ustedes han cumplido los convenios que hemos hecho, y que se han mantenido como amigos míos y no se han puesto del lado de mis enemigos. 27Continúen manteniéndose fieles a mí, y los recompensaré bien por lo que hagan por mí; 28los eximiré de muchas contribuciones y les haré muchos regalos. 29 "Por la presente eximo a ustedes y a todos los Yahudim de pagar tributo, del impuesto a la sal y del impuesto en oro para el rey. 30De hoy en adelante renuncio a la tercera parte de la cosecha de granos y a la mitad de la cosecha de los árboles frutales que me correspondía. Desde ahora y para siempre renuncio a tomarlos de Yahudáh, así como de los tres distritos que antes pertenecían a Shomron y Galil, pero que ahora quedan anexados a Yahudáh. 31Yerushalayim, lo mismo que su territorio, será Kadosh y estará libre de diezmos e impuestos. 32También renuncio a mi autoridad sobre la ciudadela de Yerushalayim, y concedo al kohen ha gadol autorización para escoger una guarnición que la proteja. 33Declaro libres, sin rescate ninguno, a todos los Yahudim que han sido llevados cautivos de Yahudáh a cualquier lugar de mi reino. Ellos y su ganado quedan libres de impuestos. 34Todos los días de Festividad, de Rosh Hodesh, los Shabbatot y demás fechas especialmente señaladas para las Festividades, lo mismo que los tres días anteriores y los tres días siguientes de cada Festividad, serán días libres de impuestos y de obligaciones civiles para todos los Yahudim que viven en mi reino. 35Nadie tendrá autoridad para exigir dinero o para molestar a ningún Yahudi por ningún motivo. 36"Los Yahudim podrán ser reclutados, hasta un número de treinta mil hombres, para los ejércitos del rey, y recibirán el mismo salario que las demás tropas del rey. 37Habrá también algunos Yahudim en las principales fortalezas reales, y otros ocuparán puestos de confianza en el reino. Sus comandantes y oficiales deben ser también Yahudim y deben vivir de acuerdo con sus leyes, como el rey lo ha ordenado para toda Yahudáh. 38 "Los tres distritos que han sido separados de Shomron y anexados a Yahudáh, deben quedar incorporados a ella, bajo la misma administración y bajo la sola autoridad del kohen ha gadol. 39"Doy Tolemaida y la tierra que le pertenece, como regalo, al Templo de Yerushalayim, para cubrir los gastos del mismo. 40Del presupuesto real doy la cantidad anual de ciento sesenta y cinco kilos de plata, que deberá ser sacada de los lugares más convenientes. 41Todo el excedente de las contribuciones oficiales para el culto, que los funcionarios no estaban dando como al principio, será entregado de ahora en adelante para las obras del Templo. 42Queda además suprimido el impuesto de cincuenta y cinco kilos de plata, que el Templo, de lo que recibía, debía pagar anualmente al rey, y ahora se destinará a los kohanim que ofician en el Templo. 43Si alguna persona que tenga una deuda con el fisco real o cualquier otra obligación se refugia en el Templo de Yerushalayim o en el terreno que le pertenece, quedará libre ella y todas las cosas que posea en mi reino. 44Los gastos para la reconstrucción y reparación del Templo serán pagados con fondos del tesoro real. 45Los gastos para la reconstrucción de las murallas de Yerushalayim y de las fortificaciones que hay alrededor, así como la reconstrucción de las murallas de otras ciudades de Yahudáh, también correrán por cuenta del tesoro real." 46Cuando Yehonatan y el pueblo oyeron esto, no lo creyeron ni lo aceptaron, pues recordaban los terribles males que el rey Demetrio había causado a Yisra'el y la dura opresión a que los había sometido. 47Prefirieron ponerse de parte de Alejandro, pues él había tomado la iniciativa de hacerles propuestas de paz. Por eso fueron siempre sus aliados. 48El rey Alejandro reunió un gran ejército y tomó posiciones frente a Demetrio. 49Los dos reyes trabaron batalla, pero el ejército de Demetrio huyó, y Alejandro lo persiguió y sacó ventaja sobre sus enemigos. 50Aunque Demetrio resistió con fuerza el ataque hasta la puesta del sol, sin embargo ese día cayó muerto.  

Yehonatan recibe honores supremos

51Alejandro, entonces, envió una embajada al rey Tolomeo de Mitzrayim, para decirle: 52 "He regresado a mi reino para ocupar el trono de mis antepasados, y he tomado el poder. He derrotado a Demetrio y me he apoderado de nuestro país. 53Después de una batalla con él, lo he derrotado a él y a su ejército, y me he sentado en el trono real que él ocupaba. 54Así pues, quiero que hagamos amistad y que me des como esposa a tu hija, para ser tu yerno. Yo te daré a ti, y también a ella, regalos dignos de tu posición. " 55El rey Tolomeo respondió en los siguientes términos: "Feliz el día en que regresaste a la tierra de tus antepasados y ocupaste el trono real. 56Acepto la propuesta que me has hecho en tu carta, y te haré mi yerno, como me lo pides. Pero quisiera que nos encontráramos en Tolemaida, para entrevistarnos." 57Tolomeo y su hija Cleopatra salieron de Mitzrayim y se dirigieron a Tolemaida. Era el año ciento sesenta y dos. 58El rey Alejandro salió a su encuentro, y Tolomeo le dio su hija. La boda se celebró en Tolemaida con gran esplendor, como correspondía a su dignidad real. 59El rey Alejandro le escribió a Yehonatan, invitándolo a entrevistarse con él. 60Yehonatan fue con gran pompa a Tolemaida, y allí se entrevistó con los dos reyes; a ellos y a sus amigos les ofreció regalos de oro y plata, y muchas otras cosas, y se ganó su amistad. 61Entonces se reunieron unos Yisraelim renegados, gente malvada, y fueron a acusar a Yehonatan; pero el rey no les hizo caso. 62Más aún, ordenó que le cambiaran a Yehonatan la ropa que llevaba puesta por vestiduras de púrpura, y así se hizo. 63El rey hizo que se sentara a su lado, y ordenó a sus oficiales que lo llevaran al centro de la ciudad y proclamaran que nadie podía acusarlo de ninguna cosa, ni causarle molestia por ningún motivo. 64Cuando sus acusadores lo vieron con tantos honores, como se había proclamado, y vestido de púrpura, todos huyeron. 65El rey, pues, lo cubrió de honores, lo inscribió en el grupo de primeros amigos del rey, y lo nombró jefe militar y gobernador de la provincia. 66Después Yehonatan volvió a Yerushalayim, contento por lo bien que le había ido. 

Victoria de Yehonatan sobre Apolonio 67

En el año ciento sesenta y cinco, Demetrio, hijo del rey Demetrio, llegó de Creta a la tierra de sus antepasados. 68Cuando el rey Alejandro lo supo, se contrarió mucho y se volvió a Antioquía. 69Demetrio nombró comandante a Apolonio, que era gobernador de Celesiria. Este reunió un numeroso ejército y acampó en Jabnia, desde donde envió el siguiente mensaje a Yehonatan: 70 "Tú eres el único que se me opone; por culpa tuya he quedado en ridículo y me desprecian. ¡No te las des de muy fuerte contra mí, estando allá en tus montañas! 71Si tienes tanta confianza en tus ejércitos, baja a la llanura y midamos allí nuestras fuerzas. Yo tengo de mi lado el apoyo de las ciudades. 72Pregunta, y te dirán quién soy yo y quiénes son los demás que me apoyan. Te dirán que contra nosotros no podrán ustedes resistir, pues los antepasados de ustedes ya han sido derrotados dos veces en su propia tierra. 73En la llanura, donde no hay rocas ni peñascos ni sitios donde refugiarse, tú no podrás hacer frente a la caballería ni a un ejército como el mío." 74Al oír el mensaje de Apolonio, Yehonatan se indignó profundamente, escogió a diez mil hombres y salió de Yerushalayim. Su hermano Shimeon fue a su encuentro para prestarle ayuda. 75Acamparon junto a Jope, pero los habitantes de la ciudad les cerraron las puertas, pues allí había una guarnición de Apolonio. Entonces los Yahudim atacaron la ciudad. 76Los habitantes, llenos de miedo, les abrieron las puertas, y Jonatán se apoderó de Yafo. 77Cuando Apolonio tuvo noticias de esto, alistó un ejército compuesto de tres mil soldados de caballería y una gran fuerza de infantería, y se puso en marcha hacia Ashdod, como si quisiera  pasar de largo, pero al mismo tiempo se internó por la llanura, confiado en su numerosa caballería. 78Yehonatan lo persiguió hasta Azoto, donde los dos ej ércitos trabaron batalla. 79Apolonio había dejado escondidos en la retaguardia diez mil soldados de caballería; 80pero Yehonatan se dio cuenta de que le había tendido una emboscada en la retaguardia. La caballería enemiga rodeó al ejército de Yehonatan y lo atacó con una lluvia de flechas, desde la mañana hasta el atardecer. 81Pero la gente se mantuvo firme, como se lo había ordenado Yehonatan, hasta que la caballería enemiga se cansó. 82Una vez agotadas las fuerzas de la caballería, Shimeon hizo avanzar sus tropas y atacó a la infantería enemiga; todos fueron derrotados y huyeron. 83Los de caballería se dispersaron por la llanura, huyeron a Ashdod, y entraron en el templo de Dagón, el dios de la ciudad, para escapar de la muerte. 84Yehonatan incendió Ahdod y sus aldeas, y las saqueó; incendió el templo de Dagón e hizo morir en el incendio a los que se habían refugiado allí. 85El número de los que murieron a filo de espada o en el incendio llegó a ocho mil. 86De allí Yehonatan se fue y acampó en Ashkelon. Los habitantes de la ciudad salieron a su encuentro, y le rindieron grandes honores. 87Luego Yehonatan regresó a Yerushalayim con su gente y gran cantidad de botín. 88Cuando el rey Alejandro recibió noticias de esto, todavía le concedió más honores a Yehonatan: 89le envió un broche de oro, como se acostumbra dar a los parientes del rey, y además le dio en propiedad la ciudad de Ekron con todo su territorio. 

Muerte de Alejandro y de Tolomeo